En entrevista con La Tercera, el recién asumido jefe de Educación Superior del Mineduc, Juan José Ugarte, detalla la agenda del gobierno a corto y largo plazo. Los cambios más inmediatos serán la formación a una nueva institucionalidad que agrupe, por primera vez, a los planteles tradicionales y privados, y la modificación de Becas Chile. Se proyecta también reformular el sistema de financiamiento de las universidades.
Nueva institucionalidad
Dentro de 45 días, el gobierno convocará a una nueva institucionalidad en la educación superior. Esto es crear dos nuevas entidades. Una que agrupe a las 177 instituciones que imparten educación terciaria. Es decir, institutos, centros de formación técnica y universidades. Y otra, que reúna a las 60 universidades existentes en el país, 25 tradicionales y 35 privadas.
"Nuestro sistema, fundado en instituciones del siglo XIX, no ha dado los pasos suficientes para colocarse acorde a los nuevos tiempos del conocimiento", dice Juan José Ugarte, el nuevo jefe de Educación Superior del Mineduc. Una política que va en la línea de lo propuesto por la Ocde, que planteó crear una institución única que agrupe a todas las universidades.
En Chile, conviven universidades creadas antes de la reforma de los 80 (las tradicionales) y las surgidas después de esa fecha, también llamadas privadas. El Consejo de Rectores (Cruch) integra a las tradicionales y siempre se ha negado a incorporar en su filas a las privadas. ¿La nueva institucionalidad significa su fin? Según Ugarte, no: "Si tenemos una agenda modernizadora de educación superior, el papel del Cruch es central", dice.
Las tareas del organismo serían discutir políticas de educación superior, por ejemplo, sobre calidad, y avanzar hacia un sistema único de ingreso a la universidad (PSU). Por el momento, el gobierno define los términos de referencia para llamar a licitación de una auditoría internacional a la PSU. La idea es tener los resultados en 2011 y, en función de éstos, mejorar el sistema.
Financiamiento a través de fondos concursables.
Otra de las propuestas de la Ocde hacia Chile: hoy el 19% de los recursos que entrega el Estado a las universidades proviene de fondos concursables y el 32% de aportes directos. Estos últimos -que en 2008 llegaron a $ 122 mil millones- se asignan sólo a los planteles del Cruch. La idea del gobierno es no seguir aumentando estos recursos (entre 2008 y 2009 se incrementaron en 10%) y transparentar la forma en que se entregan.
Hoy sólo el 5% se asigna según el desempeño en investigación. El 95% restante se reparte por un criterio histórico: basado en los recursos que obtuvieron en 1981, algo que no tiene ninguna objetividad, según la Ocde. "Esperamos que las instituciones produzcan bienes públicos a cambio de esos recursos", afirma Ugarte. El cambio necesitará de un proyecto de ley.
La intención del gobierno es que los recursos que se otorgan vía fondos concursables adquieran mayor proporción dentro del presupuesto universitario, y que participen todas las instituciones, tal como sucede hoy. "Es una agenda que habrá que consensuar con la mesa de trabajo, pero la idea es que el financiamiento del Estado esté vinculado a convenios de desempeño, en los que cada institución tenga indicadores de bienes públicos en función de un proyecto país", dice la autoridad.
Sistema único de créditos y becas.
En el país existen 11 becas para los alumnos, según su condición, carrera y tipo de institución donde estudian. Por ejemplo, la beca Bicentenario es sólo para alumnos de escasos recursos de planteles del Cruch. Es la más numerosa en recursos (en 2009 llegaron a $ 60 mil millones) y una de las que más arancel cubre: hasta $ 1,8 millón. La Juan Gómez Millas, también para alumnos vulnerables, pero que estudian en cualquier universidad acreditada, financia sólo hasta $ 1,1 millón.
Asimismo, existen dos tipos de créditos para financiar la educación superior: el fondo solidario, para estudiantes del Cruch, con tasa de interés de 2%; y el crédito con aval del Estado, para el resto, con tasas de interés de entre 5% y 6%.
Si bien Ugarte aclara que se convocará a una mesa de trabajo que analice el tema, la idea es avanzar hacia una reingeniería y lograr un sistema único de créditos y becas, donde los beneficios los reciban los alumnos, sin importar el lugar donde estudien. En otras palabras, un subsidio portable.
"La idea es tener un sistema que, a través de becas para los alumnos de pocos recursos o en carreras de alta rentabilidad social; y créditos para los estudiantes de clase media o en carreras de alta rentabilidad privada, apoye a todos. La propuesta del Presidente es que todo joven con talento y que esté dispuesto a poner esfuerzo en ello, pueda estudiar", dice Ugarte.
Becas Chile para estudiar en el país.
Una de las grandes críticas a Becas Chile, que entrega recursos a los estudiantes para magísteres y doctorados, es que funciona sólo con universidades extranjeras. Algo que el gobierno plantea corregir, incorporando a los programas nacionales de excelencia que tengan pasantías internacionales.
En la práctica, podría subir el número de becas, ya que los programas locales son más baratos que los internacionales. Pero como el cambio sería a partir del próximo año, aún no hay claridad sobre los montos.
Lo que sí está claro es que se quiere elevar la calidad de los programas participantes y de los becados. "El 30% de los programas extranjeros son equivalentes o inferiores a los nacionales de excelencia", dice. Respecto de los postulantes, la idea es subir, el próximo año, la ponderación del programa de destino, que hoy llega al 25%.
Más información sobre la acreditación de las universidades.
"Hoy la acreditación es un instrumento de marketing, donde se publicita si el plantel la recibió o no, más que los años de la certificación", dice. En la práctica, un alumno de un plantel acreditado por dos años podría -por ejemplo- quedarse en la incertidumbre en la mitad de su carrera, respecto de si podrá seguir accediendo a crédito con aval del Estado, en caso que el plantel no renueve la certificación.
"Hay que avanzar en el sistema respecto de la calidad de la información que llega al postulante y sus familias", aclara Ugarte.
Las pérdidas del terremoto
Las pérdidas patrimoniales de las universidades del Consejo de Rectores con el terremoto y tsunami del 27 de febrero llegan a los US$ 120 millones. Para financiar las reparaciones, el gobierno enviará en los próximos días un proyecto de ley para dar acceso a los planteles a créditos de hasta 20 años. Como hoy, las universidades estatales sólo pueden endeudarse a cuatro años plazo; para que puedan adquirir compromisos a más largo plazo es requisito un cambio en la ley. "Para que puedan suplir ese endeudamiento, se exigirá a los planteles un plan de austeridad y un copago en las inversiones", afirma Ugarte, aunque el detalle será definido por el gobierno.
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